Nueve de cada 10 españoles cree que el fenómeno del cambio climático existe y que está provocado principalmente por factores humanos, y seis de cada 10 considera que es una amenaza a la que se le atribuye menos importancia de la que en realidad tiene. Sin embargo, en los últimos años este fenómeno ha perdido relevancia y ha pasado de ocupar la quinta posición en 2008, a la novena en 2013 en cuanto a los problemas que más preocupan a los españoles en el mundo, debido principalmente a la crisis económica.
Estas son algunas de las conclusiones del informe “La respuesta de la sociedad española ante el cambio climático 2013”, que ha presentado hoy FUNDACIÓN MAPFRE con el objetivo de analizar cómo percibe la sociedad española el cambio climático. Además, pretende averiguar en qué medida están dispuestos los españoles a cambiar sus estilos de vida para reducir el impacto que se produce en el clima y orientar hacia la elaboración de políticas públicas y programas educativos más eficaces en este ámbito.
El estudio, el tercero que realiza esta entidad sobre la materia, en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela, destaca además que la mayoría de los encuestados se considera poco o nada informado acerca de aspectos relacionados con las causas y la manera de prevenir las consecuencias del cambio climático. Para el 70 por ciento de los encuestados, el cambio climático se manifiesta en efectos meteorológicos, como una mayor frecuencia de temporales y la poca diferencia entre estaciones, y un porcentaje similar considera que en el futuro tendrá mayor probabilidad de sufrir alergias y enfermedades respiratorias.
Reducir el consumo de energía ayuda a luchar contra el cambio climático, pero la principal razón que citan ocho de cada 10 españoles para poner en práctica medidas tendentes a disminuir el consumo energético son el ahorro económico, seguido a gran distancia por la disminución de la contaminación, que es citada por el 13,8 por ciento de los encuestados. Entre los comportamientos más frecuentes para reducir el consumo energético se encuentra apagar la luz y los aparatos eléctricos cuando no se usan, una actitud que realiza el 90 por ciento; utilizar bolsas propias para comprar (74 por ciento) o limitar el tiempo de ducha (66,5 por ciento).
El estudio, resultado de 1.300 entrevistas personales realizadas en toda España, también refleja que se están produciendo cambios en los hábitos de los españoles, fundamentalmente relacionados con la movilidad. En este sentido, un dato que llama la atención es que se está reduciendo la utilización del coche para realizar trayectos cortos (ir a trabajar, salir de compras o llevar a los niños al colegio) en favor de los desplazamientos a pie. El uso del vehículo, en cambio, aumenta para salir de vacaciones, momento en el que ya no se utiliza tanto el avión o el tren como en años anteriores.
Entre las medidas que mayor aceptación social tienen para contribuir a reducir el impacto del cambio climático destaca el fomento por parte de las Administraciones Públicas del uso del transporte público y de la bicicleta en la ciudad, así como la instalación de un mayor número de sistemas de iluminación eficiente en las vías públicas. También se pide que se proporcione más información al consumidor sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas a productos o servicios y que se prohíba la comercialización de productos con una vida útil baja.
En la presentación del informe han participado Alberto Manzano y Filomeno Mira, Presidente de FUNDACIÓN MAPFRE y del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de esta entidad, respectivamente, así como Federico Ramos de Armas, Secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y Pablo Meira, Profesor de Educación Ambiental de la Universidad de Santiago y coordinador del estudio.