Un seguro educativo consiste en realizar un contrato entre el tomador de la póliza y la aseguradora, con la finalidad de que la compañía de seguros garantice que el beneficiario de la póliza gozará en un futuro de una buena educación, que le permita formarse profesionalmente. Para esto, la aseguradora se compromete a cubrir los gastos de educación que el beneficiario tenga, respetando las condiciones reflejadas en el contrato y sin importar que los gastos educativos hayan aumentado con el transcurrir el tiempo. Generalmente, el tomador de la póliza es el padre o la madre y el beneficiario el hijo, aunque esto no es limitativo.
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¿Cuánto debo pagar por un seguro educativo?
Una de las preguntas más comunes que suelen hacer las personas a los asesores de seguros, además de cómo adquirir seguro educativo, es cuánto deberán pagar al contratarlo. Lo cierto es que no existe un monto fijo para este tipo de pólizas, ya que hay diversos factores que influyen en su valoración, entre ellos coberturas contratadas por el seguro de estudios, el capital que se desea ahorrar, gastos administrativos, perfil socioeconómico del tomador, edad del beneficiario y etapa académica que se desea asegurar, ya sea primaria, secundaria o universitaria.
Contratar un seguro educativo desde que los hijos son pequeños es la mejor manera de garantizar que ellos, al crecer, contarán con la educación que necesitarán para cumplir sus objetivos y ser excelentes profesionales.